
LUIS BARRALE
* Dramaturgo chileno, autor de "Las niñas araña" y "H.P." (Hans Pozo).
Una niña de quince años le consiguió misotrol por internet a su hermana chica de trece. Es un fármaco para tratar las úlceras, pero hace rato los chiquillos le están dando un uso harto más político: hacer abortos. Se las meten a mano por las trompas, los químicos hacen que se dilaten y sueltan a arcadas de vulva lo fecundo que llevan dentro.
Pero hacerse el remedio no funcionó esta vez y la niña terminó casi desangrada, rompió bolsas igual y la criatura salió porfiada y terminó naciendo catete y sanita mientras su tía de quince, la solidaria, terminó presa y sometida a proceso y el fiscal amenaza hasta al pololo por pololear con una chiquilla sin "libertad" sexual.
Pero los cabros van a seguir consiguiendo el misotrol como terminan consiguiendo todo lo que nos prohíben aquellos que creen tanto en la propiedad privada pero no toleran que los otros sientan que pueden ser dueños de sus cuerpos y sus decisiones. Dicen defender la vida, y tienen razón, salvo que omiten que la vida que defienden es la vida que les conviene.
Durante la semana también se hizo show con una guagüita que una mujer peruana encontró tirada en la calle casi fiambre de frío. Y se habló de solidaridad omitiendo toda la infamia que hace posible que alguien bote a su crío a la buena del mercado. En el hospital la bautizaron Paz Victoria, sin reparar en la contradicción hasta ordinaria entre los nombres sentimentales. La mujer peruana no pudo soportar verla indefensa y la salvó del frío, pero lo que todos debimos hacer fue salvarla antes del útero de una mujer que no la quería. La niña de trece creyó ilusamente que su futuro era suyo y no se hizo a la idea de parir escondida y dejar al niño en la calle envuelto en un chal. Hay madres más cobardes que terminan criándolos. Los odian desde el principio pero los crían igual para desquitarse de esa culpa pechoña de creer que la vida hay que vivirla aunque sea para morirse de hambre. Y a los pro vida les sirve aunque se las dejen a María Ayuda. La caridad es el negocio de la mujer del empresario.
El link es de primer orden. A prueba de opus: si dejaran abortar con decencia, nadie andaría botando las crías y no habría tanto país huacho. Y si les interesara en verdad la vida no andarían diciéndole a nadie cómo llevar la suya. Por ahora hay que buscar misotrol en la web si ese embarazo va a ser una úlcera de útero histérico y enajenado. O entrar a los sitios de las mujeres lúcidas que se niegan a prestarle las decisiones de su cuerpo a otros. Son cultas, cool y libertarias. Ahí encontraremos métodos.
Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual
www.nomasviolenciacontramujeres.cl
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