El parto ha suscitado dos preguntas: ¿cómo se lo puede controlar? Y ¿cómo se la puede ayudar a parir a la mujer?
Las maternidades clásicas están cada vez más dominadas por órdenes del Médico, que impone determinadas actitudes ante cada situación que se presenta. En cambio, las maternidades de convivencia están regidas, por ideas que se elaboran, paciente o casi implícitamente, en el seno de los grupos y que son factores o testimonios de su homogeneidad.
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