
El alcohol es absorbido rápidamente por el torrente sanguíneo. La tasa de absorción depende de la cantidad y el tipo de comida dentro del estómago
Los efectos del alcohol pueden aparecer al cabo de diez minutos y alcanzan su máximo punto en un lapso de 40 a 60 minutos. El alcohol permanece en el torrente sanguíneo hasta que es descompuesto por el hígado. Si una persona consume alcohol a una tasa mayor de la que el hígado puede descomponer, la concentración de esta sustancia en la sangre se eleva. El alcohol inhibe el ritmo respiratorio, la frecuencia cardíaca y los mecanismos de control en el cerebro. Deterioro de la coordinación motriz - de la memoria a corto plazo - Menos habilidades para conducir y realizar tareas complejas - Tiempo de reacción prolongado - Reducción del período de atención - Reducción de las inhibiciones, lo cual puede conducir a comportamientos vergonzosos - Procesos de pensamiento más lentos.
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