
Existen ocasiones en las que una intervención judicial, un mantener distancia en un radio de, o intentar mantenerse alejada de no alcanza para preservar la seguridad física de una mujer golpeada. En la ciudad de Valencia, advirtieron ese margen de error y ya conectaron “sin problemas” la primera pulsera para controlar maltratadores y proteger víctimas.
Según fuentes del Ministerio de Igualdad, el sistema consiste en aplicar al cuerpo unas unidades electrónicas similares a un teléfono celular y que deben portar tanto la víctima como el agresor. Esos dispositivos fiscalizan los movimientos y envían señales tanto a una central de control y a la víctima en potencia.
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