Estuvo en Buenos Aires la ginecóloga y acupunturista francesa Daniele Flaumembaum. Vino a presentar Mujer deseada, mujer deseante, editado por Gedisa, en el que desarrolla los resultados de sus observaciones en el consultorio: las mujeres no estamos satisfechas con nuestra sexualidad aunque seamos libres de ejercerla.
'Mi generación hizo el descubrimiento de la sexualidad que nuestras madres y abuelas no habían vivido. Pero dos generaciones después, las mujeres que me vienen a consultar están tomadas por las dificultades que tienen para expresarse y se sienten carentes por no poder vivir la sexualidad que desearían.' Con un relato en primera persona empezó Daniele Flaumembaum su última actividad en Buenos Aires, una extensa conferencia de una jornada en La Manzana de las Luces en compañía de las integrantes de la Fundación Creavida, que son quienes la invitaron a la Argentina.
- En su libro hace diferencias entre el orgasmo clitorideano y el vaginal. El primero sería 'inmaduro' y el segundo correspondería a la 'adultez' de la mujer. Teniendo en cuenta las investigaciones sobre la sexualidad femenina que dicen que una gran cantidad de mujeres tienen orgasmos clitorideanos, y en cambio no tantas reconocen haber tenido orgasmos vaginales, ¿su propuesta no dejaría fuera del goce a muchas mujeres?
- Energéticamente, hay efectivamente una diferencia entre el goce clitoridiano y el goce vaginal. El goce clitoridiano es a menudo descubierto por la niña antes del comienzo del encuentro sexual con un hombre y corresponde a la confirmación de la estructura de esa niña que va a prolongarse todo a lo largo de su vida. El orgasmo vaginal corresponde al paroxismo del goce del viaje interior que se ha compartido con el otro sexo. Es la razón por la cual digo que este orgasmo confirma la estructura de la mujer adulta que, también, una deviene a lo largo de toda su vida. El orgasmo clitoridiano corresponde a encontrar lo mismo y lo ya conocido, y el vaginal al descubrimiento de la novedad que es siempre diferente. Hablo de lo que he comprendido sobre el funcionamiento energético femenino y doy las herramientas de pensamiento que me han ayudado a descubrirme. No se trata aquí de juicios de valor sino de poder comprender lo que nos sucede.
- ¿La sexualidad de las mujeres lesbianas sería entonces 'inmadura'?
- La homosexualidad no es inmadurez, sino una búsqueda del funcionamiento de su propio sexo y una confirmación de nuestra sexuación, es decir del hecho de ser una mujer.
- ¿Qué consejo práctico daría a una mujer moderna que manifiesta no poder gozar de su sexualidad?
- Le diría que no ha recibido la transmisión necesaria cuando era pequeña por parte de su madre para tener un sexo viviente, es decir no sólo capaz de darse y abandonarse al otro sino también de acogerlo y recibirlo en su cuerpo. El trabajo energético y transgeneracional va a permitirle hacer existir su sexo, apropiarse de su sexo, y poder construirse para vivir su vida de mujer adulta.
- ¿Qué le diría a esta misma mujer en relación con la crianza de sus hijos, para que les transmita una sexualidad plena?
- Es importante que ella sepa que la sexualidad adulta se transmite muy temprano en la primera infancia, antes de los siete años. Que se trata de propulsar a sus hijos como futuros adultos, sabiendo ella que serán adultos, para que no se queden en el estado de niños toda su vida. Permitirle a su hija pequeña saber que su sexo está en el interior de su cuerpo, que pueda saber cómo se nombra a su sexo (vagina, clítoris, vulva, útero, ovarios) y que pueda saber que cuando sea grande su sexo le permitirá reproducir la vida y mantener su propia vida dándole mucha fuerza, acogiendo en su sexo el sexo del hombre que ella haya elegido.
http://www.artemisanoticias.com.ar/site/notas.asp?id=12&idnota=6743
domingo, 25 de octubre de 2009
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