Según los definió Kiley, los "Peter Pan" son adultos pero parecen niños, tienen actitudes de adolescentes y una enorme dificultad para hacer y sostener un proyecto afectivo, ya que para ello deberían renunciar a su libertad y a los placeres de la juventud como, por ejemplo, la falta de compromiso.
Hombres que presumen de joviales, simpáticos, alma de las fiestas, deportistas, aplicados seductores de jovencitas a edades notoriamente inadecuadas, con frecuencia no son más que "peter panes" afectivamente inmaduros y promotores de mucha desdicha en las relaciones de pareja. Se trata de hombres que no han aprendido la diferencia entre haber crecido y ser adultos.
Pese a su sonrisa casi imperecedera y a tratarse de personas muy divertidas y con unas inmensas ganas de disfrutar de todo los aspectos de la vida, tras esa apariencia se esconde alguien tremendamente inseguro con un terrible miedo a la soledad.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
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